sábado, 24 de febrero de 2007

Una Historia en 5 Minutos

Algo que siempre me sorprendió de los videoclips de música es que normalmente no muestran una historia sino que todo el videoclip consiste en diferentes tomas del artista en cuestión, bailando y cantando acompañado de algún que otro efecto especial.
Me pregunto si esto es así por un excesivo egocentrismo de parte de ellos o por falta de imaginación, o tal vez porque su manager o quien sea les diga que lo vendible son ellos por lo que el video debe centrarse en sus poses y baile y... nada más.

Particularmente me gustan los videos que cuentan una historia, es decir, que con el acompañamiento sonoro van narrando una situación que es vivida por alguien.

También hay videoclips que muestran algo cercano a una historia pero lo mostrado es decididamente desagradable, es decir, esos videos parecen ser engendros de la droga. Igualmente hay videoclips muy buenos y muy bien logrados, a continuación un TOP-5 de videoclips que cuentan historias.


En todas las profesiones, lamentablemente siempre hay una minoría que las denigra, eso es lo que creo que Marc Anthony quiere transmitir con respecto a los periodistas.
El nº 5 es “Te tengo aquí” de Marc Anthony.
(El último titular me mató de la risa.)



Este video es una poesía de celuloide, o debería decir de bits. No tiene un final feliz para el protagonista pero es hermosa la canción y el video también.
El nº 4 es “Amiga Mía” de Alejandro Sanz.

Este video es la secuela de otro video llamado Misunderstood (Malentendido) en el que el flaco es descubierto en la cama con otra por la novia y se le ocurre decir que es porque un terremoto abrió el techo y la chica cayó desde el piso de arriba. (se nota que no era bueno inventando excusas).
El nº 3 es “All about loving you” de Bon Jovi.

En este video se demuestra como dos personas de diferentes culturas e ideologías y por caprichos del azar pueden hacer de dos historias una sola.
El nº 2 es “Ella y El” de Ricardo Arjona.
(Por cierto: La morocha del video está buenísima.)

Finalmente, el para mi gusto mejor video de todos. Esta historia nos muestra la vida rutinaria de dos personas en la que al igual que en el video anterior, el azar juega su papel.
El número uno: “Bad Day” de Daniel Powter.

martes, 13 de febrero de 2007

Haber nacido en los ´80

Uno puede elegir de todo en la vida, de hecho, vivir es sinónimo de elegir, vivir es una constante toma de decisiones y determinaciones que pueden tomar un buen rumbo o no. Es lo que hacemos en todo momento ya sea en las pequeñas cosas o en las grandes.
No obstante, entre las cosas de la cuales no tenemos voz ni voto se encuentra el momento del nacimento. Personalmente estoy muy agradecido de haber nacido cuando nací (nací en 1983), ya que fui testigo del cambio fantástico que significó la introducción de internet en los hogares comunes.
Una vez -corría el año 1994- y un amigo mío de la primaria me informaba que se mudaba a la provincia de Santiago del Estero. Continuamos la amistad por carta; si sí, POR CARTA.
Internet en aquel entonces, estaba en pañales y faltarían todavía un par de años para que las arrobas vinieran a reemplazar al formato papel para el contacto informal entre amigos.
Solo quiero decir que los que nacimos en los ´80, (tal vez lo mas acertado sea decir los últimos años de la década del ´70 y los primeros de la del ´80) somos afortunados, ya que a las personas que nacieron antes -salvo perseverantes excepciones- en general, se le dificulta mucho adaptarse a la “era cibernética”, y los que nacieron después no fueron testigos del cambio, ya nacieron con internet.

miércoles, 7 de febrero de 2007

¿A la mente le gusta dejarse engañar?

Normalmente, cuando vemos una película, nos enfrascamos en la trama y seguimos como un testigo invisible las cosas que les suceden los personajes de dicha película, los encuentros y desecuentros, los placeres y los sufrimientos de cada uno de los personajes. En ningún momento de la película nuestra mente pensaría que todo es irreal porque está siendo actuado, si hiciéramos eso nos arruinaríamos lo que los actores están tratando de provocar en nosotros, y nos arruinaríamos también lo que significa ver una película.
Eso mismo sucede con programas llamados “reality-shows” como Gran Hermano, que gran cantidad de personas descreen de la veracidad de dichos programas, pero igualmente se sientan a verlos.
Recuerdo que la primera vez que salió, no quise caer en el pecado popular de criticar sin ver y me senté al verlo, el resultado fue que a los 10 minutos ya estaba yo nuevamente de pie, con el televisor apagado y yéndome de la habitación; creo que esto se debió a que el escuchar los diálogos “improvisados” de personas que no tiene nada que decir me pareció un tanto aburrido, mas allá de mi opinión personal de programas como Gran Hermano, es decir: personas comunes y corrientes, no actores, sometiéndose a estar vigilados las 24 hs. del día por gran cantidad de personas y teniendo que efectuar pruebas como por ejemplo desnudarse y no sé que otra cosa más a cambio de poder fumar, me suena mas a experimentos nazis que a un entretenimiento televisivo.
De todos modos, el objetivo de este post no es criticar a Gran Hermano, sino evaluar si la mente cae o no en un tácito engaño a la hora de prender un televisor. Para aclarar con un ejemplo lo que quiero decir: ¿Por qué el Gran Hermano de los Actores (mismo argumento pero con actores en vez de gente común y corriente) no tuvo éxito y el Gran Hermano común si?. La respuesta a mi entender es que como en el gran hermano de los actores no eran las peripecias de personajes lo representado, sino las de ELLOS MISMOS, nadie creía que los actores estuvieran realmente “viviendo”, “siendo ellos mismos” en vez de estar actuando. Digamos que a la mente le gusta dejarse engañar pero no ser tomada por estúpida.
Otro ejemplo sería las propagandas de los jabones en polvo que van a una casa X cuando la dueña de casa no lo espera y se ven dichas amas de casa “sorprendidas” para hacer la prueba de que jabón lava mejor, esto también es a mi entender, no espontáneo, porque las mujeres abordadas aparecen siempre vestidas impecables y todo es demasiado perfecto para ser real. Que quede bien en claro que no critico al producto en sí, sino intento reflexionar sobre el MODO en que se da a publicidad.
La publicidad vale mucho y si esa forma de hacerla se sigue repitiendo quiere decir que tiene éxito, ergo, una de dos: o la gente cree que realmente todo eso es espontáneo, cosa que no creo, o la gente cree que efectivamente está todo armado pero justamente está armado del mismo modo que está armado un guión de una película, es decir para complacer el gusto. En general en televisión rige la regla de lo atractivo por sobre lo veraz, es decir, si queremos realidad no debemos prender el televisor sino abrir la ventana.